Parashat Shoftim

Esta parashá comienza diciendo: Jueces y oficiales pondrás en todas tus puertas. El Kabalista R. Jaim Vital explica que cada persona tiene varias “puertas”: la vista, los oídos, la del habla, del olfato, y del tacto en las que debemos poner “jueces y oficiales” para cuidarlas. Había una vez un rey que estaba muy enfermo. Los médicos le dijeron: te curarás si bebes leche de leona. Su fiel seguidor le dijo: Majestad, deme diez cabras y se la traeré. Cuando encontró la leona, el hombre se paró a la distancia y le arrojó una cabra, y cada día se acercaba un poco más, hasta que pudo ordeñar un poco de su leche. De regreso tuvo un sueño en el que las partes del cuerpo discutían, las piernas decían: ¡Gracias a nosotras pudimos traer la leche! Las manos exclamaban: ¡sin nuestros dedos no hubiéramos podido ordeñar la leche! Los ojos se enorgullecieron: ¡quién vio el camino! La lengua respondió: ¿sin mi palabra qué harían ustedes? Todos se burlaron diciéndole: ¡vives en un lugar oscuro y ni siquiera tienes huesos, cómo te atreves a hablar! La lengua les dijo: esperen y verán quien manda. Cuando el joven despertó, aún recordaba el sueño y al entrar ante el rey le dijo: Le traje la leche de perra que me pidió. El rey Inmediatamente ordenó que lo ahorcaran. Entonces, todas las partes del cuerpo comenzaron a temblar. La lengua les dijo: ¿Si los salvo, reconocerán mi superioridad? ¡Sí, le dijeron! La lengua le suplicó a los verdugos que lo dejaran ver al rey una vez más, y ellos accedieron: ¿Por qué ordenaste que me ahorcaran? Me trajiste leche de perra, dijo el rey. El acusado le dijo: ¿De qué te preocupas, pruébela y vivirás. El rey la bebió, se curó, y lo dejó en libertad. La lengua se rio y les dijo ¿quién es la más importante?