En esta parashá Moshé incentiva a Bnei Israel en el cumplimiento de las mitzvot, aclarándoles que la Torá debe mantenerse intacta, sin añadir o quitar ningún precepto, y recordándoles el triste final de aquellos que participaron del pecado de idolatría y promiscuidad de “Bal Peor”, a diferencia de los que eligieron apegarse a Dios, lo que les permitió ingresar a Eretz Israel. Moshé también les aclara que si siguen el camino de la Torá generarán una relacion especial con Dios, lo que hará ganar el respeto de las naciones. Este es un gran mensaje tanto para los que ingresaron a Eretz Israel, como para nosotros. ¿Cuántas veces, consiente o inconscientemente, nos avergonzamos de nuestro hermoso legado? Sentimos temor por el que dirán, o fabulamos con las tormentosas críticas que nunca llegarán, críticas que se elevan como una imponente muralla en nuestro camino de crecimiento espiritual. Moshé nos enseñó lo contrario, que las naciones se enorgullecen cuando seguimos el pacto Divino. El dicho de la pre Alemania nazi “compórtate como judío en tu hogar, pero afuera como las naciones”, fue divulgado por gente de nuestro pueblo, que tal vez por miedo u otros motivos comenzaron lentamente a desvalorizar la Torá. Que la eterna voz de Moshé vibre por siempre en nuestros corazones.