Parashat Chukat

Una de las leyes de esta parashá consiste en que el cohén arrojaba cenizas de una vaca roja sobre personas en estado de impureza. ¡Sorprendentemente, ellos se purificaban, pero el cohén quedaba impuro! Dentro de los preceptos de la Torá, encontramos “estatutos”, (como el de la vaca roja), que a simple vista los definimos como “mandamientos de obediencia”, los cuales, aunque aparentemente no tienen lógica (como la encontramos en no matar o no robar), debemos cumplirlos porque Dios así lo ordenó. Dado que este concepto nos puede resultar incómodo, quisiera ejemplificarlo para que lo entendamos mejor. Un enfermo visitó a su médico porque le dolía la garganta. Este último le recetó una serie de medicamentos como pastillas de miel, diclonina y fenol. El paciente entendió que las pastillas de miel eran buenas para la garganta, pero nunca escuchó hablar del resto de los remedios. ¿Se imaginan que pasaría si le reprochase al doctor?: ¡No tomaré el resto de los medicamentos porque no los conozco! Seguramente el doctor le contestaría: ¡Qué ingenuo eres! ¿Acaso estudiaste medicina durante 7 años y conoces todos los remedios? Muchas veces no encontramos el sentido de algunos preceptos, sin duda debemos investigar el sentido, pero lo más importante es enfocarnos en quién está detrás de ellos, quien nos dio la “receta” para que tengamos una vida sana y plena.