Parashat Behar

En esta parashá la Torá menciona el precepto de dejar descansar los campos durante un año, sin poder sembrarlos, cultivarlos ni cosecharlos. ¡Qué terrible noticia para sus dueños, perder su principal fuente de ingresos durante todo un año! No obstante, Dios también les promete a los campesinos que no los dejará sin alimento, tal como está escrito: “Y si preguntas: ¿Qué comeremos el séptimo año, si no sembraremos ni cosecharemos nuestros frutos? Entonces les enviaré mi bendición el sexto año, y habrá fruto para tres años”. ¡Qué alivio y cuánta abundancia, al fin y al cabo un año sin sembrar sus campos a cambio de recibir alimento para tres es buen negocio! Pero si es así, este precepto ya no es tan difícil de cumplir por lo que cabe preguntarse por qué nuestros Sabios llaman a estos campesinos “Fuertes y valientes, cumplidores de la palabra de Dios” ¿Acaso no existen otros preceptos difíciles, como ayunar en Yom Kipur, o no comer puerco? Responden los Sabios que la diferencia entre este precepto y los demás es la duración, pues la mayoría de los preceptos se realizan solamente durante un instante, un día, o una semana. En cambio, los campesinos no solo que no pueden sembrar sus campos, ¡sino que tienen que verlos deteriorarse durante un año! Esto unicamente lo pueden conseguir personas fuertes de espíritu, que llegan a depositar su confianza en Dios mediante su Fe. Así que, la próxima vez que intentes cambiar un mal hábito, respira profundamente y no te des porvencido si tropiezas las primeras veces, pues si alimentas tu Fe y tu confianza en Dios, verás que poco a poco se te abrirán puertas para conseguirlo.